UNA GRAN OBRA

UNA GRAN OBRA
Vista aérea del Valle de los Caídos

miércoles, 16 de mayo de 2012

ANIVERSARIO 15-M: UNA CLAUDICACIÓN VERGONZOSA Y VERGONZANTE DE LA DELEGACIÓN DEL GOBIERNO EN MADRID

De conformidad con el diccionario de la Real Academia Española (RAE),  en la primera de las acepciones del término claudicar (del latín  claudicāre, cojear) se entiende por tal Acabar por ceder a una presión o una tentación.

La actual delegada del gobierno en Madrid, CRISTINA CIFUENTES ha acabado cediendo a la presión del denominado movimiento 15-M.

Al parecer, se concedió una autorización para los días 12, 13, 14 y 15 con horarios limitados cuya hora de expiración no debía superar las 22:00 horas. Ya, el primer día, el desalojo completo de la Puerta del Sol se verificó pasadas ampliamente las 4 de la madrugada; igual sucedió con el resto de los días, a excepción de la madrugada del día 16 en que los “presuntos indignados” se dedicaron a recorrer en manifestación el centro de Madrid.

No se trata de una actuación condescendiente con dicho movimiento, sino una actuación de claudicación plena.

La tal CIFUENTES, la misma que propugna en el seno de su partido, el PP, la eliminación de toda referencia al humanismo cristiano, ha dejado a su antecesora, la socialista DOLORES CARRIÓN en una óptima posición; y es que ya se sabe, alguien vendrá que bueno te hará,

Una vez más se ha permitido, por quien debe exigir el cumplimiento de las normas, el total incumplimiento de las mismas de manera pública y notoria, en lo que supone una dejación de funciones absoluta. La tal CIFUENTES queda plenamente descalificada para seguir al frente de la delegación del des-gobierno, porque más que gobierno, ahora más que nunca está justificado el uso del término des-gobierno. Se ha tolerado, se ha consentido mucho más de lo que debiera permitirse al amparo de la norma jurídica, que obliga a todos. ¿O no, CIFUENTES?.

Si el des-gobierno es incapaz de que se cumplan las normas, ¿qué credibilidad y confianza puede tener en otros ámbitos, como el de la economía?. Los mercados están ofreciendo la respuesta: nula o poca credibilidad; nula o poca confianza.

Igualmente, también de conformidad con el diccionario de la Real Academia Española (RAE), se ofrecen varias acepciones del término vergüenza, cuya etimología se encuentra en el término latino verecundia.

Nos quedaremos con las acepciones 1ª, 3ª y 4ª, en cuya virtud, se entiende por vergüenza, respectivamente: 1. Turbación del ánimo, que suele encender el color del rostro, ocasionada por alguna falta cometida, o por alguna acción deshonrosa y humillante, propia o ajena; 3. Encogimiento o cortedad para ejecutar algo; y, 4. Deshonra, deshonor

En íntima conexión con el concepto de vergüenza, la RAE define la vergüenza ajena como “La que uno siente por lo que hacen o dicen otros”. Cualquier ciudadano de bien tiene que sentir necesariamente esa vergüenza ajena por la actuación negligente, cobarde, humillante y deshonrosa, de la delegación del gobierno en Madrid, personalizada en su delegada, la tal CIFUENTES, que se ha encogido ante un grupo de no se sabe qué tipo de personajes, deviniendo su actuación una total deshonra y deshonor para el conjunto de la ciudadanía madrileña, ajena por completo a ese movimiento que no representa a nadie.

También hace referencia la RAE en su diccionario al concepto de perder alguien la vergüenza, acto que define como “Abandonarse, rebajándose en su conducta”. La conducta exigible a la tal CIFUENTES en su calidad de delegada del gobierno en Madrid era la del mantenimiento del orden, del cumplimiento de la ley; esto es, una conducta típicamente jurídica, sin más connotaciones. Desgraciadamente, una vez más, el ciudadano madrileño ha asistido al abandono del poder, a la cesión del mismo a un grupo de personajes que han hecho lo que han querido.

Por tanto, puede afirmarse que nos encontramos ante una claudicación vergonzosa, porque la actuación de la delegada del gobierno ha causado verdadera vergüenza.

Y es una claudicación vergonzante porque se ha tratado de encubrir o disimular dicha actuación vergonzosa al objeto de que no se notara en exceso, tratando además de justificarla. En este sentido, lamentable la actuación de algunos medios cercanos (dicen) a la derecha, justificando la actuación de la tal CIFUENTES.

El contribuyente no puede pagar sus impuestos para que personajes como la delegada del gobierno sean incapaces de ejercer bien y fielmente las funciones para cuyo cargo han sido designadas. 

Por decencia, por dignidad, señora CIFUENTES: ¡VÁYASE!

Ni un día mas cobrando del contribuyente quien es incapaz de cumplir la ley y hacerla cumplir.

martes, 15 de mayo de 2012

FRENTE A LA TRAICIÓN, LA INTEGRIDAD MORAL. EL MANIFIESTO DE LOS 100


La presentación, el pasado día 11 de abril en el Centro Cultural de los Ejércitos, en Gran Vía 13, en Madrid, del libro “El Manifiesto de los Cien”, cuyo autor es el Coronel ROGELIO GONZÁLEZ ANDRADAS, permite que el propio documento y los hechos que se sucedieron cobren plena actualidad.
Precisamente, el autor fue uno de los Capitanes firmantes del referido “Manifiesto de los Cien”.
En efecto, el 5 de diciembre de 1981, la Agencia Europa Press difundía un comunicado firmado por 100 Oficiales y Suboficiales del Ejército de Tierra.
El texto del comunicado era el siguiente:
A la opinión pública en general y a los responsables de los medios de comunicación sociall en particular.- Como cuadros de mando de las Fuerzas Armadas, conscientes y responsables de nuestra misión, claramente recogida en el artículo 8.° de la Constitución, fieles al juramento solemne a nuestra Patria y leales al pueblo del cual formamos parte inseparable y entre el cual ejercemos cotidianamente nuestra profesión, a la que —no se olvide nunca— accedimos de forma totalmente vocacional, hemos constatado durante los últimos años y con mayor proliferación en los últimos meses, numerosas actitudes e informaciones públicas que por su trascendencia y por referirse a las Fuerzas Armadas o sus componentes, nos hacen salir de nuestro habitual silencio.
Dichas actividades e informaciones podríamos sintetizarlas: ‘
1) Artículos, comentarlos y reportajes sobre nuestros Ejércitos y Fuerzas de Seguridad que, muchas veces por desconocimiento y otras por indudable mala fe, incurren en errores de bulto, enfoques distorsionados o afirmaciones sin base alguna, que deforman en definitiva —por frivolidad o intencionadamente— la imagen que los españoles tienen de sus Fuerzas Armadas, su situación actual y sus aspiraciones.
2) Opiniones sobre las Fuerzas Armadas y su actuación en la Historia de nuestra Patria y en concreto sobre los hechos de armas más cercanos, dentro y fuera de nuestras fronteras, en las que se vierten juicios peyorativos de valor con óptica parcial y antimilitarista, buscando apoyo y justificación en manipulaciones o suposiciones de la realidad acontecida.
3) Infravaloración, desprecios y ataques a los símbolos y valores nacionales y castrenses, que sin caer en una relación detallada resumimos en: los recibidos diariamente en nuestra bandera, expresión de la unidad patria, el intento continuado de ensombrecer virtudes como el honor, el heroísmo o la disciplina; la demolición de los monumentos a los que —dándonos un ejemplo permanente— dieron hasta la última gota de su sangre por España—, la retirada de los nombres de las calles de nuestros pueblos y ciudades de aquellos que, vistiendo el uniforme militar, desempeñaron los puestos de mayor responsabilidad en la historia reciente de la Patria, o la supresión de la más preciada de nuestras condecoraciones del escudo de una provincia que supo ganarla por su valor colectivo.
4) Comentarlos y noticias sobre las Fuerzas Armadas, su manera de actuar y pensar en relación con la situación política actual, seguida de peticiones de profesionalización, democratización o depuración de sus miembros, muestra de una desconfianza absoluta hacia la milicia desde sectores partidistas que buscan por cualquier método deshacer los Ejércitos de España pera reemplazarlos por otros a su servicio.
5) Ataques, insultos, injurias y calumnias generalizados o directos contra miembros de las Fuerzas Armadas, todos ellos de historial militar brillante e intachable, sobre todo aquellos que por su jerarquía y edad fueron  protagonistas de gloriosos hechos de armas, y cuyo valor e integridad profesional no pueden ser puestos en duda por simples conjeturas, sobre todo cuando algunos de ellos están pendientes de la sentencia de un Consejo de guerra en cuyo resultando de hechos probados y en la calificación jurídica de estos hechos se determinará la honorabilidad o no de sus conductas.
6) Intentos de desprestigio de la Legión y Guardia Civil, publicando noticias tremendistas sin las necesarias evidencias, distorsionando los hechos y encizañando a la opinión  pública, para justificar a continuación su transformación o disolución con argumentos parciales y falaces que únicamente persiguen privar a las Fuerzas Armadas de dos de sus más tradicionales, eficaces y prestigiosos peones.
7) Politización partidista y antinacional de los grandes temas de Defensa —como nuestro ingreso en la OTAN —o injerencia, también partidista, en temas propios e internos de las Fuerzas Armadas como la creación del Arma Acorazada, la política de ascensos y destinos, o la selección de los mandos superiores, con criterios que nada tienen que ver con los puramente técnicos y profesionales.
Ante estos hechos, afirmamos:
1) Nuestro juramento solemne a la bandera para defender el honor, la independencia y la unidad de la Patria tiene carácter permanente
2) Asumimos con orgullo la Historia de España, y el homenaje a los que dieron la vida en su defensa constituye pilar fundamental de nuestro ser colectivo y personal.
3) Los símbolos nacionales y las virtudes castrenses son patrimonio de todo un pueblo pretérito, presente y futuro, que nada ni nadie que se sienta español puede ignorar o menospreciar.
4) Las Fuerzas Armadas para cumplir mejor su misión no tienen que ser profesionalizadas, democratizadas o depuradas, sino simplemente ser consideradas y respetadas como deben, y disponer de los medios materiales necesarios para cumplir sus objetivos.
5) El poder político debe respetar la necesaria autonomía de los Ejércitos en cuanto organización y funcionamiento interno para garantizar la inexistencia de intereses partidistas en sus organismos y unidades.
6) Los insultos y ataques a nuestros compañeros los consideramos dirigidos a la colectividad con las consecuencias que ello dé lugar, pues tenemos el Código de Justicia Militar para corregir debidamente al que corneta alguna falta,  y nuestra fama y prestigio no puede estar en boca de cualquiera
7) Cualquier información, reportaje, comentario o juicio de valor sobre la Institución militar que pueda contribuir a su perfección y difusión, debe ser expuesto con conocimiento de la realidad castrense, con profundo respeto al ente militar y su misión, y total exclusión de espíritu destructivo en su  planteamiento.
Estas puntualizaciones, aunque reflejo de un sentir general, las hacemos a título personal y en virtud de lo expresado en el artículo 178 de las Reales Ordenanzas de las Fuerzas Armadas.

También difundía la relación de firmantes que suscribieron el documento en cuestión:
1.         Capitán  Eugenio Martín-Peralta (Artillería).
2.         Capitán Rogelio González Andradas (Infantería).
3.         Capitán Ricardo Fernández de Bobadilla y Álvarez de Espejo (Infantería).
4.         Capitán José Lorenzo Esperante (Artillería).
5.         Capitán César Goas Escribano (Infantería).
6.         Capitán Pedro Arribas Olavarrieta (Infantería).
7.         Brigada Roberto Latorre Ibarrola (Artillería).
8.         Sargento Antonio Martín Solís (Artillería).
9.         Sargento José Martín García (Artillería).
10.       Brigada Esteban Piñedo Blanco (Infantería).
11.       Sargento Primero José Andrés Díaz Cullar (Infantería).
12.       Sargento Ángel Moreno Ramos (Infantería).
13.       Brigada Francisco Amador García Rodríguez (Infantería).
14.       Teniente  Guillermo Tevar Sanz (Infantería).
15.       Sargento Primero José Luis Tránchez Guardia (Infantería).
16.       Capitán Tomás Rivera Moreno (Artillería).
17.       Sargento Alfonso Manzano Mota (Artillería).
18.       Sargento Juan Francisco Serrano Nieto (Artillería).
19.       Sargento Primero  Francisco Velasco Sánchez (Artillería).
20.       Capitán Enrique Gregorio Sanricardo (Infantería).
21.       Brigada Emilio Gil García (Infantería).
22.       Teniente Vicente Garbí Girón (Artillería).
23.       Brigada Fernando Pozo Barbosa (Artillería).
24.       Capitán César Ramón Colis Herce (Infantería).
25.       Sargento Pedro María Sánchez Ledo (Artillería).
26.       Sargento Antonio Dios Ruiz (Artillería).
27.       Brigada José Luis Paco Pascua (Caballería).
28.       Teniente Fernando Jesús Fernández Baizán (Infantería).
29.       Sargento Primero  José Manuel Criado Fernández (Artillería).
30.       Teniente Fernando Arsuaga García (Artillería).
31.       Capitán José Hierro Areitio (Infantería).
32.       Teniente Fernando José López del Pozo (Infantería).
33.       Brigada Francisco Javier Redondo Rodríguez (Artillería).
34.       Teniente Ramón Prats Ardila ((Artillería).
35.       Teniente Luis Julián García Moreno-Morán (Infantería).
36.       Sargento Serafín Soto Fuentes (Artillería).
37.       Capitán Luis María Del Vigo Vega (Infantería).
38.       Sargento Santos Ariza Almagro (Artillería).
39.       Teniente Ángel Lucas Babíano (Artillería).
40.       Teniente Jaime Fortuny Ruíz de Elvira (Artillería).
41.       Capitán  Francisco Mato Cruz (Infantería).
42.       Teniente Enrique José Porras Puga (Artillería).
43.       Capitán Juan Cañadas Lorenzo (Artillería).
44.       Capitán Ignacio Gasca Quintín (Infantería).
45.       Sargento  José Reifs Walls (Artillería).
46.       Sargento Antonio Manuel Pereiro Castro (Artillería).
47.       Teniente Francisco Aranda Vizcaíno (Infantería).
48.       Sargento Gonzalo De Torres Pérez (Artillería).
49.       Capitán Alfonso Fernández de Córdoba y Ruiz de Ocejo (Infantería).
50.       Teniente Mariano Luis Tomé Delgado (Artillería).
51.       Sargento Joaquín Rafael Córdoba Martín (Automovilismo).
52.       Capitán José Ignacio San Martín Naya (Infantería).
53.       Sargento Faustino Pastor Sánchez (Artillería).
54.       Sargento Miguel Alfonso Palazón Peñaranda (Artillería).
55.       Sargento Francisco Farfán Soto (Ingenieros).
56.       Capitán Ignacio De Madariaga Fernández-Figares (Infantería).
57.       Teniente Arturo García-Vaquero Pradal (Artillería).
58.       Brigada José María Pérez Orgaz (Artillería).
59.       Sargento José Alejandro Espinosa Ayero (Artillería).
60.       Capitán Ángel Lastra Barba (Artillería).
61.       Capitán Enrique González Mateos (Infantería).
62.       Brigada Manuel González Pomares (Artillería).
63.       Sargento Vicente Martín Verganza (Artillería).
64.       Sargento Carlos Escudero Torres (Artillería).
65.       Capitán José Antonio Rodríguez Moles (Artillería).
66.       Teniente Jesús González Coca (Caballería).
67.       Capitán José María Manrique García (Artillería).
68.       Sargento Pedro Luis Sillero Franco (Artillería).
69.       Brigada Antonio Del Cerro Almagro (Artillería).
70.       Sargento Clemente Rubio de Haro (Artillería).
71.       Sargento Manuel Tomás Fonticoba Grana (Artillería).
72.       Sargento Primero  Pablo Santiago Rodríguez Ramos (Ingenieros).
73.       Brigada José Manuel Guzmán Villaverde (Caballería).
74.       Brigada Antonio Quesada l.ópez (Infantería).
75.       Teniente Emilio Oliva Puerta (Artillería).
76.       Capitán José Cuesta Núñez (Infantería).
77.       Sargento Justo Olivares Chacón (Artillería).
78.       Sargento Primero Pablo Plaza Ruiz (Infantería).
79        Subteniente Manuel Díaz López (Ingenieros).
80.       Teniente Joaquín Montero Fernández (Artillería).
81.       Sargento Ángel Cantalejo García (Artillería).
82.       Capitán Blas Piñar Gutiérrez (Infantería).
83.       Brigada Francisco Calle Molinillo (Artillería).
84.       Alferez Francisco Fernández Fraile (Artillería).
85.       Sargento Primero Mesías Alcón Iglesias (Ingenieros).
86.       Capitán Antonio Rejano Ruiz (Artillería).
87.       Sargento Santiago Santamaría Arribas (Artillería).
88.       Teniente Juan Manuel Santos Martín (Artillería).
89.       Sargento Primero Francisco Jiménez García (Especialista).
90.       Brigada Marcelino Gil Borrego (Infantería).
91.       Brigada Manuel Corral Rublo (Artillería).
92.       Teniente Rafael Contreras Renedo (Oficinas Militares).
93.       Capitán Jesús Fuentes Taboada (Artillería).
94.       Sargento Jesús Ortiz Serrano (Artillería).
95.       Sargento Primero  Antonio De la Peña Caballero (Ingenieros).
96.       Brigada Carmelo Rastrojo Fernández  (Infantería).
97.       Teniente José Raúl Álvarez Pineda (Artillería).
98.       Sargento Manuel Rafael Martín Hidalgo (Artillería).
99.       Teniente Miguel Martínez García (Caballería).
100.     Sargento Manuel Rodríguez Molina (Artillería).
El  Teniente general GUILLERMO QUINTANA LACACI, víctima de ETA en 1984,  que ostentaba el mando de la Capitanía General de la I Región Militar con sede en Madrid,  previo dictamen del auditor designado para el caso, impuso a 91 de los firmantes del denominado “manifiesto de los cien  arrestos militares por considerar que en la actitud de todos ellos se podía apreciar una falta leve consistente en la “inexactitud en el cumplimiento de las obligaciones reglamentarias” tipificada entonces en el artículo 443 del Código de Justicia Militar.
Los arrestos militares fueron desde los 14 días a los 2 meses como pena máxima. El Ministerio de Defensa no facilitó loa lista nominal de los sancionados, por considerar que su publicación no resultaba ética. No obstante, fue difundida por el diario “El Alcázar” y es la que se cita a continuación:
Capitanes
1.         Don José Antonio Rodríguez Moles,
2.         Don Tomás Rivera Moreno,
3.         Don Enrique Gregorio Sanricardo,
4.         Don Pedro Arribas  Olavarrie ta,
5.         Don José Hierro Areitio,
6.         Don José Cuesta Núñez,
7.         Don César Ramón Colis Herce,
8.         Don Ignacio de Madariaga Fernández Figares,
9.         Don Luis María del Vigo Vega,
10.       Don José María Manrique García,
11.       Don Alfonso Fernández de Córdoba,
12.       Don César Goas Escribano,
13.       Don Antonio Rejano Ruiz,
14.       Don Jesús Fuentes Taboada,
15.       Don Angel Lastra Barba y
16.       Don José Ignacio San Martín Naya
Todos ellos sancionados con la pena de dos meses de arresto militar; y,
17        Don Ricardo Fernández de Bobadilla y Álvarez de Espejo, cuarenta y cinco días de arresto militar;
Tenientes.
1.         Don Vicente Garvi Girón,
2.         Don Emilio Oliva Puerta,
3.         Don Joaquín Montero Flores,
4.         Don Fernando Arsuaga García.
5.         Don Juan Manuel Santos Martín,
6.         Don Arturo García Vaquero,
7.         Don Enrique José Porras Puga,
8.         Don Jaime Fortuny Ruiz de Elvira,
9.         Don Ramón Prats Ardilla,
10.       Don Mariano Luis Tomé Delgado,
11.       Don Jesús González Coca,
12.       Don Ángel Lucas Babiano,
13.       Don José Raúl Alvarez Pineda,
14.       Don Luis Julián García Moreno Morán,
15.       Don Fernando Jesús Fernández Baizán,
16.       Don Fernando José López del Pozo,
17.       Don Miguel Martínez García,
18.       Don Francisco Aranda Vizcaíno y
19.       Don Rafael Contreras Renedo.
Todos ellos sancionados con la pena de dos meses de arresto militar; y,
20.       Don Guillermo Tevar Sanz, cuarenta y cinco días de arresto militar.
Alférez.
1.         Don Francisco Fernández Freire, un mes de arresto militar;
Subteniente.
1.         Don Manuel Díaz López, un mes de arresto militar;
Brigadas.
1.         Don Francisco Javier Redondo Rodríguez,
2.         Don Fernando Pozo Barbosa,
3.         Don Antonio del Cerro Almagro,
4.         Don Roberto Latorre Ibarrula,
5.         Don Manuel Corral Rubio,
6.         Don José María Pérez Orgaz,
7.         Don Francisco Calle Molinillo,
8.         Don Antonio Quesada López,
9.         Don Carmelo Rastrojo Fernández,
10.       Don Francisco Amador García Rodríguez,
11.       Don Emilio Gil García,
12.       Don Esteban Niñedo Blanco,
13.       Don José Luis Paco Pascua,
14.       Don José Manuel Guzmán Villaverde
15.       Don Marcelino Gil Borrego.
Todos ellos sancionados con la pena de un mes de arresto militar.
Sargentos 1º.
1.         Don Francisco Velasco Sánchez,
2.         Don José Andrés Díaz Cuyar,
3.         Don José Luis Tranches Guardia,
4.         Don Pablo Plaza Ruiz,
5.         Don Mesías Alcón Iglesias,
6.         Don Antonio de la Peña Caballero y
7.         Don Francisco Jiménez García.
Todos ellos sancionados con la pena de un mes de arresto militar;  y,
8.         Don José Manuel Criado Fernández, catorce días de arresto militar; y
9.         Don Pablo Santiago Rodríguez Ramos, cuarenta y cinco días de arresto militar;
Sargentos.
1.         Don José Marin García,
2.         Don Alfonso Manzano Mota,
3.         Don Pedro María Sánchez Ledo,
4.         Don Juan Francisco Serrano Nieto,
5.         Don Antonio Martín Solís,
6.         Don Ángel Cantalejo García,
7.         Don Jesús Ortiz Serrano,
8.         Don Gonzalo de Torres Pérez,
9.         Don Serafín Soto Fuentes,
10.       Don Faustino Pastor Sánchez,
11.       Don Santos Ariza Almagro,
12.       Don José Alejandro Espinosa Alfaro,
13.       Don José Reifs Walls,
14.       Don Antonio Manuel Pereiro Castro,
15.       Don Joaquín Rafael Córdoba Martín,
16.       Don Miguel Alfonso Palazón Peñaranda,
17.       Don Carlos Escudero Torres,
18.       Don Justo Olivares Chacón,
19.       Don Manuel Tomás Fonticoba Grafia,
20.       Don Manuel Rafael Martín Hidalgo,
21.       Don Clemente Rubio de Haro,
22.       Don Santiago Santamaría Arribas,
23.       Don Manuel Rodríguez Molina,
24.       Don Vicente Martín Berganza,
25.       Don Francisco Fargán Soto y
26.       Don Ángel Moreno Ramos.
Todos ellos sancionados con la pena de un mes de arresto militar; y,
27.       Don Pedro Luis Sillero Franco, cuarenta y cinco días de arresto militar; y,
28.       Don Antonio Dios Ruiz, catorce días de arresto militar.
Además, se incoó expediente judicial, acumulado al seguido por el designado Juez, el Comandante Alfredo Baena Cazenave,  que afectó a los 9 firmantes restantes, 8 capitanes y un Brigada,
El 7 de diciembre el entonces Jefe del Estado Mayor del Ejército, General GABEIRAS firmaba las respectivas Ordenes por las que se decretaba la situación de disponible de todos ellos, tal como se publicó en el Diario Oficial del Ejército del 10 de diciembre de 1981.
En concreto, tales Ordenes afectaron a los capitanes que se relacionan entre los cinco primeros de la siguiente lista; posteriormente otras tantas Ordenes de 16 de diciembre de 1981, publicadas en el Diario Oficial del Ejército de 17 de diciembre, afectaron a los tres Capitanes restantes y al Brigada.
Rogelio González Andradas, 33 años,  (Regimiento Alcázar de Toledo, número 61). Fue destinado al Regimiento de Infantería San Marcial 7, de Burgos.
Blas Piñar Gutiérrez, 34 años, Infantería (1ª Zona Instrucción Militar Escala de Complemento -IMEC, Gobierno Militar de Madrid). Fue trasladado al Centro de Instrucción de Reclutas (CIR) de Rabasa (Alicante).
Enrique González Mateos,37 años,  Infantería, (Agrupación de Tropas del Cuartel General del Ejército). Fue trasladado al Regimiento de Infantería Guadalajara 20, con guarnición en Paterna, Valencia.
Juan Cañadas Lorenzo, 38 años, Artillería, (Brigada Paracaidista). Fue trasladado al Estado Mayor de la Capitanía General de la V Región Militar.
José Lorenzo Esperante, 34 años, Artillería, (Regimiento de Artillería de Campaña número 11, de Vicálvaro). Fue trasladado al Regimiento de Artillería de Campaña 41, de Segovia,
Ignacio Gasca Quintín, 40 años, Infantería, (1ª Zona de la IMEC). Fue trasladado al Regimiento de Infantería San Quintín 32, de Valladolid.
Eugenio Martín Peralta, 29 años, Artillería, encabezaba la lista de firmantes. Fue trasladado al Regimiento de Artillería de Campaña 47, en Medina del Campo (Valladolid).
Francisco Mateo Cruz, 40 años, (RACA número 11 de Vicálvaro); y,
Brigada Manuel González Pomares, (Grupo de Artillería de la Brigada Paracaidista, en Alcalá de Henares).
El pase a la situación de disponible implicaba la pérdida del destino, con repercusiones económicas. Asimismo, en ausencia de destino, según las respectivas Ordenes, habrían de permanecer “en situación de arresto preventivo en sus domicilios, conforme a lo previsto en el artículo 686 del código de Justicia Militar”.
A este grupo de 8 Capitanes y un Brigada se le imputaba la comisión de una “falta grave”, en contraste con el criterio mantenido para los 91 firmantes restantes. Aquéllos, sometidos a expediente judicial; los segundos, sometidos a expediente administrativo.
Afortunadamente, la Audiencia Nacional, en 1985, repondría en sus destinos a los militares represaliados.
Este blog se inicio, con periodicidad semanal, el pasado día 1 de abril del presente año 2012, con una referencia a la “española banda de los cuatro”, integrada por cuatro personajes a los que bien pudiera adjudicarse la fundación de la “Escuela de la Alta Traición”.
Frente a esa actitud, la de este grupo de militares y, en concreto, la figura del Comandante ENRIQUE GONZALEZ MATEOS.
Conocí al entonces Teniente GONZÁLEZ MATEOS allá por octubre de 1973 en Móstoles, donde tenía su Centro de Instrucción de Reclutas el Batallón de Tropas del Ministerio del Ejército (posteriormente, Agrupación de Tropas).
Contrariamente a lo que se afirma por algún foro, tildando de “facha” al Comandante GONZÁLEZ MATEOS, durante 3 meses de Instrucción y 17 meses en Cibeles, jamás oí de su boca soflama alguna de la que pudiera desprenderse una actitud política concreta evidente. Ni siquiera con el atentado de CARRERO BLANCO, ni él ni mando alguno se posicionaron políticamente.
Y es que en ENRIQUE GONZALEZ MATEOS destaca su integridad, propia de un Oficial Prusiano que, al parecer, es el ejemplo de militar a imitar.
Integridad, capacidad y dote de mando, graciable en el trato, expresión que se contenía en el artículo 5º, Del Cabo, de las Reales Ordenanzas Militares.de CARLOS III.
Precisamente, por esa integridad que le caracteriza, firmó el “Manifiesto de los Cien”, sabiendo que se jugaba su propia carrera militar, que no su prestigio. Bien pudo haber eludido su firma y ascender en el escalafón sin problema alguno, Bien pudo haber eludido su firma por el posible miedo a las represalias. Bien pudo hacer tantas cosas que hizo, precisa y contrariamente, lo que su integridad demandaba.
Su familia puede estar orgullosa; al igual que sus amigos y compañeros.
De bien nacidos es ser agradecido; y en mi casa me inculcaron a ser agradecido con aquellos que me enseñaban algo. El amor a la Patria, el orden, la disciplina y la camaradería o compañerismo, sí, pues fue compañero también de sus inferiores en el mando, son, entre otras, las enseñanzas que recibí de él y por las que le quedaré eternamente agradecido.
Ya quisiera uno que todos fueran tan íntegros como ENRIQUE GONZALEZ MATEOS, todavía no se ha repuesto la afrenta de eliminar la escultura del fundador de la Academia Militar de Zaragoza que allí se erigía en su honor. El actual Jefe del Estado, en horas bajas como casi siempre, que se formó parcialmente en aquella Academia debería mostrar esa integridad y ordenar su reposición con carácter inmediato.
Sin olvidar que, como Jefe de los Ejércitos, tiene a estos abandonados a su suerte, al borde de la extinción. ¿Tenían razón los firmantes del “Manifiesto de los Cien”? La realidad demuestra que ; fueron unos adelantados a su tiempo
El ya ausente de la “española banda de los cuatro”, el otrora camisa azul MANUEL FRAGA llegó a afirmar: “El documento de los militares es inadmisible en el fondo, en la forma y en la oportunidad”. Afortunadamente, está criando malvas. Los polvos de la traicionera transición trajeron estos lodos para una España en franca descomposición.
Vaya desde aquí mi más sentido homenaje a ENRIQUE GONZÁLEZ MATEOS.
¡A la orden de Usted, mi Comandante!
Frente a la traición, la integridad moral.